El comportamiento de los humanos en las empresas sigue siendo susceptible de cambios, como ha sido siempre y seguirá siendo. Cuestionar la relación entre el ser y pensar ha sido una constante en todos los cambios laborales que se han introducido desde la revolución industrial.
La capacidad de usar la palabra para construir algo es una diferencia elemental porque no es que describimos la realidad, es que la realidad se genera en la interacción.
La palabra se convierte en la herramienta que tenemos para construir y crear algo y se vuelve herramienta de convivencia. Al separarse de la realidad y convertirse en herramienta puede curar y envenenar, todo depende de cómo la uses.
Igual que esto, es el uso que le demos a la IA al igual que el uso que le doy a la palabra.
“El observador u observadora rara vez observa qué tipo de observador cree que es”
La IA nos va a cambiar el foco de atención hacia donde miramos. Cuando integramos la IA en la gestión de los recursos humanos, estamos hablando de cambio radical con el uso de la palabra y el cambio de funciones en las personas.
La palabra se usa para construir un mundo humano, con la palabra, el debate y el diálogo. Construir un lenguaje común para abordar los hechos.
Lo cierto es que el ser y el hacer se unen hoy más que nunca con el nacimiento de la IA, pues tiene tanto poder que vamos a poder dedicar más tiempo al ser. Como todo, va a depender del equilibrio que encontremos entre esa relación entre ser y pensar, porque si vamos a tener que pensar menos, tendremos tiempo para ser y ahí viene la verdadera ganancia.
Cuando en 2008 inicié los talleres de inteligencia corporal, no había esta conciencia que permitía alterar la realidad de la manera que lo hace la IA. Ha llegado el fin de una manera de trabajar, que va a obtener diferentes resultados. Si el observador o la observadora que somos no cambia, puedes cambiar cositas con el chatgpt o cualquier otra herramienta pero el/la observador/a sigue observando de la misma manera.
¿qué tipo de observador/a somos cuando utilizamos la IA? ¿a que nos predispone la IA?
Según nos hagamos la pregunta cambiará nuestra conversación, de miedo y falta de oportunidades o de apertura que abre todo tipo de sensaciones que llamamos positivas.
Este 2025 consolida lo aprendido estos 2 años en IA en mi caso. Se abren oportunidades de por fin integrar el lenguaje, el cuerpo y la emoción de una manera holística:
- Permitirnos tecnología que automatiza procesos repetitivos
- Identifica patrones de comportamiento para aumentar el rendimiento
- Predice resultados del equipo esperados
- Elabora procesos de selección automatizados eliminando sesgos humanos
- Genera propuestas de acción y de gestión de talento
- Recoge cada evaluación del rendimiento para optimizar el resultado
Pero esto será posible si trabajamos las barreras que nos impiden aprender con inteligencia artificial:
Barrera 1, confundir saber con tener información de la Inteligencia Artificial
2, Juzgar sin haberla probado
3, querer ir muy pronto a obtener resultado
4, adicción a las respuestas
5, dado quien soy yo no puedo aprender IA
¿Cuál es tu barrera?
Cuando abarquemos la integración de la inteligencia artificial en la empresa, debemos preguntarnos primero que nos impide confiar:
- La seguridad en los datos
- La confidencialidad de los procesos
- La identidad digital de la compañía y sus integrantes
- La ética en el uso de la IA
Serán esenciales para aprovechar bien el uso que le podemos dar a la IA y que se obtenga el resultado esperado. Al igual que existe fuera de la Inteligencia Artificial, las medidas de seguridad serán esenciales en los procesos de recursos humanos ante el uso por parte del Departamento de recursos humanos y los equipos de desarrollo. Es un proceso continuo que va aumentando la capacidad de rendir más y mejor generando negocio sostenible y mejora la competitividad de las personas, reduciendo el exceso de horas extras, aumentando la experiencia de clientes y las propias personas trabajadoras, permitiendo otras interacciones personales entre los equipos, pasando del yo al nosotros de una manera nueva “cada persona es parte de lo que dice la otra”. La IA nos va a permitir más escucha, más creatividad y flexibilidad. Rompe todo aquello que veníamos haciendo de una manera determinada, nos abre otra forma de trabajar donde nuestro asistente conversará y nos dará soluciones que igual no habíamos pensado.
El gran problema de la IA es enfrentarse a la capacidad de pedir ayuda.
El asistente va a determinar qué tipo de ayuda y deja huella de su uso, igual que los registros de ciberseguridad. El verdadero desafío no es incorporar la IA si no el uso que se le da y la manera en que se integran los patrones de comportamiento nuevos que van a generar.
NUEVAS COMPETENCIAS
Igualmente habrá que adquirir nuevas competencias de comunicación que resulten efectivas pidiendo, prometiendo, ofreciendo,declarando, afirmando para realizar prompts que resulten valiosos y se genere una comunicación eficaz con los asistentes, bots, especificando las condiciones que se desean claramente, por lo que muchas personas tendrán que aprender a pedir, a declarar no sé.
Generará pensamiento crítico diferente pues nos pondrá como en metaverso en la responsabilidad de hacerlo, pues ya no es el jefe me dice, las predicciones que hará la IA serán consideradas más valiosas que algunas consideraciones humanas. Cuando Kennedy dijo que llegaríamos a la luna generó la expectativa de poder hacerlo. Y llegamos.
Nunca hasta ahora hemos generado oportunidad de generar mayores espacios de compartir desde que existe la modernidad. Se nos abre la oportunidad de dedicar a las habilidades llamadas blandas o soft skills aquel tiempo que ocupábamos en tareas necesarias que no aportan valor.
Los recursos humanos han ido cambiando el lugar que ocupan en la empresa, tomando decisiones estratégicas con la IA dada la necesidad de fidelizar el talento para competir más y mejor. Las desventajas de la IA de la pérdida de seguridad, la pérdida de determinados puestos de trabajo, no quiere decir que no abra oportunidades de establecer otros puestos para atender a las necesidades reales que siempre vamos postponiendo. Aprenderemos a vivir en la incertidumbre con lo que hay para aceptar y querer cambiar lo que se puede cambiar. Nos enfrentamos a un mundo desconocido donde ya no se basa en el pasado para predecir el futuro, sino genera una nueva forma de relacionarse desde lo que hoy está pasando. Se nos había olvidado pensar, filosofar, conectar con el cuerpo, aprender a escuchar las emociones. Ahora es tiempo de esa nueva forma de relacionarnos, que tendremos que utilizar más a menudo incorporando la capacidad de cambiar en todo momento. Se acabó la certidumbre, toca abordar todos los puntos de vista e interrelacionarlos, se une lo hard y lo soft.
Si nos comprometemos con la ética de la IA generaremos algo poderoso para toda la humanidad que abrirá nuevas oportunidades. Gozaremos de menos polarizaciones, necesitaremos cuestionar nuestros juicios para saber cómo razona la IA, nos someteremos al aprendizaje continuo y entraremos en el lenguaje tecnológico como parte de la realidad de todas las personas, igual que hemos integrado WhatsApp u otras aplicaciones.
Al igual que nos hemos adaptado a los modelos de trabajo que requiere estar en la vivienda para trabajar, híbridos, o teletrabajo, será la necesidad lo que nos lleve a adoptar medidas para asegurar que no se produce ciber acoso, imágenes dañinas, para lo que habrá de protegerse las normas de uso y las sanciones disciplinarias, así como asegurar que la compañía tiene protegido el comportamiento de sus empleados con un buen seguro de uso de la IA.
Igual que con las redes sociales dejamos en manos de instagram, linkedin, Facebook, twiter, la gestión de datos, en el caso de los datos de IA está en manos de otras entidades gestoras de las herramientas de IA.
Termino dando la bienvenida al 2025 con la distinción entre facticidad y posibilidad. La facticidad es lo que juzgo que no puedo cambiar (la biológica, el pasado y el presente) y la posibilidad es aquello que juzgo que sí puedo cambiar, frente a lo que puedo oponerme o aceptarlo.
Y tú ¿ en qué lugar estás? ¿facticidad o posibilidad? Cuéntame y te escucho en www.inesmazarrasa.com